El Renacer de Agni, Dios del fuego Capitulo III: Ignis Dcemone

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    Valencia- 8 de octubre de 2012 – Estudiante de Derecho muere en incendio.

Un trágico accidente sucedió  en horas de la madrugada el día de ayer, un estudiante de Derecho de la Universidad José Antonio Páez, identificado como Hector Durr, 20 años, fue encontrado sin vida, luego de arduas horas por parte del cuerpo de bomberos de la ciudad de Valencia para extinguir las llamas que rodeaban el lugar de su vivienda en el municipio San Diego del estado Carabobo. Extraoficialmente, se pudo conocer que aun el CICPC, desconoce las causas por las cuales se origino el incendio. No descartan ningún móvil accidental o provocado que origino el fatal hecho. Una fuente anónima perteneciente al organismo policial,  constato que el cuerpo tenía signos de haber sido mutilado, y están trabajando con todo el personal disponible para lograr esclarecer el hecho que mantiene consternada a la comunidad.

               

                Miraba como aquella mujer devoraba mi cuerpo, con tanto placer inaudito. Sin embargo, no lograba comprender como demonios estaba en ese lugar mirando como trozos de mi carne eran drásticamente de mis huesos.  -Como era posible, que algo así estuviese sucediendo.- Sin pensar si quiera un segundo el odio embargo mi alma, sentí como el fuego empezó a recorrer mis manos, intente desesperadamente batir mis brazos para extinguir las llamas pero mis intentos eran fallidos, en ese preciso momento aquella mujer logra constatar mi presencia, sus ojos de un momento a otro parecían platos brillosos, su asombro se hizo miedo, su miedo se hizo terror.

- Ignis Dcemone, no es posible…- su mirada buscaba desesperadamente una forma de escapar, de alguna manera los extraños poderes de los que había mostrado no servían, estaba desesperada.

De alguna forma, comprendí que había renacido en un dios, Agni, dios hindu, de la conexión entre los vivos y los dioses, guerrero y con una fuerza mitológica extraordinaria, mi destino estaba marcado para siempre, defender a la muerte de los demonios, defender a los vivos de la vida. Era el elegido, recuerdo haber leído sobre esta creencia y haber escrito en aquel antiguo libro de la biblioteca de mi colegio “patrañas”. Una burla, que hoy era realidad.

Pude reconocer que aquella mujer que me había asesinado era “Is Dahut” un demonio que se alimenta de carne humana para complacer sus deseos carnales, para luego dar a luz a otros demonios que se encargarían de las siguientes generaciones de Is Dahut.

-No me asesines mi Dios, os juro guardar fidelidad y seré su esclava-  Me imploro con su cuerpo lleno de sangre, mientras arrodillada gateaba hacia mi cuerpo envuelto en llamas. Yo no tenía ninguna intención de perdonar su ofensa.

Abrí mi manos, para que el fuego fluyera con toda mi fuerza, ella asustada se retiro hacia atrás y tropezó con mi cuerpo, mientras el fuego parecido a un dragón se dirigía hacia ella y su letal grito se escucho, mientras su silueta negra se miraba arder en el propio infierno que yo había creado para destruirla.

Sus gritos, se iban ahogando en la soledad de aquella habitación, el fuego incontrolable ardía por doquier, yo era la muerte, yo era el fuego.