Imagen Cortesia de @MiMundoAlex |
Hace algún tiempo tuve la oportunidad de formar parte de un maravilloso equipo de trabajo donde se me asigno el rol de jefe teniendo a mi disposición cinco personas de diferentes ramas laborales con la finalidad de realizar auditorías en distintas locaciones, teníamos a nuestra disposición un automóvil que nos transportaría hasta los organismos correspondientes, el equipo en total estaba conformado por cuatro hombres y dos mujeres, el vehículo no disponía de la suficiente capacidad para trasladarnos a todos, por cuanto como jefe y defensor de la igualdad decidí crear un cronograma de transporte donde nos turnaríamos para que uno de nosotros tomara transporte público y todos pudiésemos tener el beneficio, dado el momento y según nos toque, de trasladarnos con comodidad. Dentro de la conceptualización de la igualdad el plan parecía perfecto, hasta que una de las integrantes del equipo (haciendo acotación en que era mujer) se sintió ofendida por el hecho de ser mujer y tener que transportarse en un de estos autobuses incomodos de la ciudad de Valencia, según su conceptualización como mujer, ella tenía el beneficio de la caballerosidad, que como consecuencia traería que solo los hombres integrantes del equipo de trabajo fuesen los únicos que tomaran el transporte público.
Ella decía ser feminista, ella decía creer en la igualdad. ¿Pero qué tanta igualdad puede haber cuando se toma a una mujer como superior al hombre? ¿Por qué ella no podía tomar el autobús una vez a la semana para que alguno de estos caballeros se trasladara en la comodidad de un automóvil siendo que ese mismo caballero haría lo mismo para que ella viajara con los mismos beneficios en otra oportunidad? ¿Es esto igualdad? ¿Es esto feminismo?
La Real Academia Española define el feminismo de la siguiente manera: “Ideología que defiende que las mujeres deben tener los mismos derechos y deberes que los hombres.” Si partimos de esa conceptualización, ella tenía los mismos derechos que los caballeros, pero también los deberes, era su deber saber que todos, independientemente de nuestros genitales éramos iguales, pero ella, en su mundo machista y apadrinado por el patriarcado, ella decidió vivir engañada por la terrible sinopsis de que la mujer es débil y por ello merece recibir beneficios intrínsecos a sus genitales y esto le daba derecho (como coloquialmente se dice) a “armar berrinche” en cada oportunidad en la cual se le solicitaba se transportara en los autobuses y sus armas eran su “feminidad, sus genitales, su debilidad y comodidad ante la caballerosidad de los hombres”.
El feminismo es una ideología que abarca la defensa de las mujeres, pero no se equivoquen, no es la superioridad que se busca, es la igualdad, eso incluye eliminar cualquier beneficio que a usted se le conceda por el simple hecho de ser mujer, acostúmbrese a ser igual.